Carta Abierta a Una Guitarra...


Querida guitarra.

Llevo toda mi vida escuchándote, incluso mientras escribo estaba palabras te escucho en tus diferentes estilos, ya seas española, acústica, eléctrica o electro-acústica. Acompañando y creando diferentes melodías con diferentes letras que despiertan diferentes sensaciones a quien te escucha.

Por circunstancias de la vida jamás te podré hacer sonar y no sabes cómo me fastidia, más que ninguna otra cosa. La razón de ello, es porque soy paralítico cerebral y tengo afectado el aparato nervioso lo que hace que no controle mis movimientos. Pero a pesar de ello, he fantaseado con tocarte desde que te conocí de manera más profunda hace más de 15 años. Ya sea con público o a solas de mi habitación. Que sí, que lo sé, hoy en día seguramente habrá docenas de programas para el ordenador que simular tu sonido, y quizás lo reproduzcan de una manera fiel a tu sonido original, pero entre tu yo, no tiene que ser lo mismo, no existe esa magia. Además, si te soy sincero, no tengo ni puta idea de música ni de notas musicales porque me suprimieron asignatura de música, junto a la de plástica, para que pudiera acudir a logopedia y fisioterapia.

De todas formas, aun sabiendo música no te podría tocar o aporrear (según como se mire). Pero aun sabiendo que el destino jamás nos unirá, sigo disfrutando con tu sonido que me acompaña en los momentos de soledad, capaz de llenarme de alegría y de energía en los momentos más tristes cuando suenas con un Rock, Ska o Rumba. Pero paradójicamente, también eres capaz de arrancarme alguna lagrima cuando acompañas algún cantautor o tocas una pieza de Jazz (bendito Spotify).

No te digo nada de cuando te veo tocar en vivo. Eres capaz de subirme a una nube cuando te oigo sonar con tus diversos acordes y ritmos (te juro que el alcohol no tiene nada que ver… bueno, tan solo un poco, jeje). Sin exagerar, habré acudido a cerca de 100 conciertos, y si no, por esa cifra estará, pero no eres capaz de imaginar lo que disfruto viéndote en acción. Disfruto como un niño pequeño viéndote en acción, sobre todo si es en un concierto acústico.

Por último, quisiera darte las gracias porque, en parte, gracias a ti soy como soy hoy en día. Mi manera de ser, mis ideales, mi manera de pensar, etc. Han derivado de escucharte tantos años con diferentes letras (combativas, nostálgicas, poéticas, guarras…). Todas han tenido una u otra influencia sobre mí.

Sin más dilación, me despido de ti, pero hasta la próxima canción…

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Cómo Sería Si No Fuese Una Persona Con Discapacidad?

Situaciones Comunes que Vivo pero que me Joden que te Cagas

¿De Verdad Quieres Tener un Hijo Como Jesús Vidal? ¡Y Una Mierda!

El Derecho a mi Independencia

A Tientas con los Colegios de Educación Especial

Por si Aún no lo Sabes...

Cómo Comunicarse Con Personas Con Discapacidad Con Dificultades En El Habla.

La Nomenclatura De La "Discapacidad"

El Postuero con la Discapacidad y la Errónea Idea de Inclusión

El Post que Nunca Quise Escribir