Orientaciones de la Cultura Organizacional

Hace tiempo ya hice un post sobre la cultura organizacional, hoy, voy a profundizar un poco más y escribiré sobre qué tipo cultura se orienta mejor hacia una organización u otra según el funcionalismo de la misma. Distinguimos 3 tipos de culturas en base a este razonamiento: cultura orientada a la innovación, cultura orientada a la calidad y cultura orientada a reducción de costes

Pero antes de entrar a fondo en cada una de las tres, debemos recordar primero lo que es la cultura organizacional. Bien, este término se define como todos aquellos hábitos, valores, las tradiciones, normas, creencias y experiencias de una organización determinada, que se comparte con cada uno de sus miembros de forma inconsciente.

Cultura orientada a la innovación

Este tipo de cultura se basa como valor central y eje principal en la innovación, tanto de manera formal como informal. Y para ello, sus RRHH tienen un perfil bien determinado orientados a largo plazo, con una gran creatividad para que no teman y salvaguarden los riegos a los que se deben de enfrentar; del mismo modo deben tener una tolerancia importante a la ambigüedad y a la incertidumbre. Gracias a ello, la supervisión sobre ellos es mínima otorgándoles un alto poder de autocontrol.

Por otra parte, para reclutar a los trabajadores acuden al mercado externo (fuera de la organización); con una formación polivalente que no les suponga una barrera mental a seguir formándose, a participar cuando sea necesario y a adquirir nueva información, lo que hará que alcancen un liderazgo participativo con compensaciones frente a los competidores.

Cultura orientada a la calidad

Como su propio nombre indica, su valor central es la calidad, con un sistema de retroalimentación rápida puesto que se trabaja en grupo los cuales tienen valores como la flexibilidad e integración; contando con un perfil de trabajador que tienen poco interés en el riesgo, pero comprometidos con los objetivos de la empresa poniendo mucho énfasis en los procedimientos de la misma; con unos comportamientos altamente repetitivos y predecibles, cooperando entre ellos cuando sea necesario. A su vez que tienen una vista a medio y largo plazo.

En este caso, el reclutamiento de los RRHH es interno y con una formación muy específica, pero con una política retributiva igual o, en caso, un poco mayor a los competidores. Y por último, su evaluación de rendimiento se basa en los resultados obtenidos, aunque, por otro lado, también se valoran las actitudes orientadas a los procesos de calidad.

Cultura orientada a la reducción de costes

Por último, la cultura orientada a la reducción de costes su valor principal es ese mismo, minimizar todos los costes posibles gracias a su poco reclutamiento, y si hay, se realiza un reclutamiento interno (dentro de la organización) y con escasa formación, o con una muy específica hacia una tarea muy concreta. Gracias a ello, existen pocas evaluaciones del desempeño y siempre son cortoplacistas, además de tener unas políticas retributivas muy centradas en el puesto de trabajo.

Por consiguiente, los comportamientos de los RRHH, son muy repetitivos y predecibles sin apenas riegos. Promocionando la autonomía y el individualismo, con un alto interés por la calidad y por los resultados.