El Cajón Desastre de la Mente

Dos días después de llegar y aun con peso en los parpados por estar diez días a tope,   durmiendo poco, riendo sin para, contando chistes (según ellos malos) y ayudando sin parar en todo lo que podía a la supercordi y a los monitores intentando aportar mi experiencia de   tantos campamentos, etc. Estos diez días en Guardamar (donde el mar está guardado xD) han sido un balón   de oxigeno para mí donde me he sentido de puta madre, en una burbuja en la cual me ha permitido desconectar de la realidad que me hacía mucha falta. Pero desde aquí quiero dar las gracias a los monitores y a la coordinadora por hacerme sentir uno más de ellos desde el primer minuto que subí al autobús, eso para mí fue muy importante ya que me permitiría ser yo mismo sin el perjuicio de la discapacidad, que es con el que me suelo encontrar fuera del “mundo de la discapacidad”. También he conocido personas increíbles que espero que sigamos en contacto durante mucho tiempo ya que con algunas de ellas se

Enchufo el Spotify, pongo la emisora de Jazz, y me dispongo a escribir mientras suena un piano de fondo que… Pongo fin a una etapa, buena o mala, pero una etapa en la aprendí mucho de mí mismo una vez que casi tropiezo por segunda vez con la misma piedra después de unos cuantos años. Pero he tenido reflejos para esquivarla, aparte de buenos copilotos que me guían, o lo intentan, por el camino correcto para no accidentarme y tener que repararme de nuevo por completo. He decido mirar al futuro con optimismo y aceptarlo tal y como venga, en algunas ocasiones me gustará más y otras menos, como a todos. Pero si hasta mis 28 años recién cumplidos la vida me ha regalado miles de cosas buenas y bastantes palos (por qué no decirlo?), me pregunto qué me deparará de ahora en adelante, solo espero que sigan a mi lado la gente importante y si alguien hoy se ha marchado por la razón que tocaba siempre va tener la puerta abierta de par en par. Pero también soy realista, y la expe