Adaptación al cambio
Para finalizar la serie de entradas que tengo que realizar
relacionadas con el título de experto universitario en competencias
profesionales, empleabilidad y emprendimiento de la UMH, voy a hablar de la
adaptación al cambio. He elegido dicho tema gracias a que vivimos en un mundo
muy dinámico y lo que hoy es de una forma, mañana puede ser de otra y pasado de otra, por esto me parece un tema
interesante para hablar, o mejor dicho, para escribir.
Para comenzar, por adaptación al cambio se entiende como la
capacidad de adaptarse a nuevas situaciones y estar predispuesto a considerar
el cambio como una oportunidad estimulante en lugar de una amenaza.
Y adaptarse significa tener la habilidad de modificar la
conducta para cumplir las restricciones que implica nuestro lugar de trabajo,
superiores, y en general, la sociedad que nos rodea.
Seguramente mucho de nosotros hemos sufrido un cambio cuando
más a gusto estábamos y teníamos todo bajo control, sobretodo en el mudo
laboral y empresaria. Este cambio puede que nos haya producido estrés por no
saber si vamos a poder la nueva situación que se nos presenta.
Para una adaptación al cambio eficaz, debemos tener las
siguientes competencias:
FLEXIBILIDAD: hacer ver los hechos que ocurren que te rodean
con más ductilidad.
PRIORIDADES CAMBIANTES: ser igual de efectivos cuando se
trata de múltiples tareas con distintas prioridades ante el cambio de situaciones.
ORIENTACIÓN AL CAMBIO: tener la capacidad para estimular el
cambio con introducción de novedades: tecnológicas, organizativas, etc.
MULTIFUNCIONALIDAD: ser capaces de desempeñar distintos
puestos de trabajo.
En el ámbito personal, cuando nos tenemos que presentar ante
una situación de cambio percibimos las siguientes etapas emocionales:
NEGACIÓN O PRIMER IMPACTO: al percibir un peligro generado
por el cambio, sentimos ansiedad por desear volver al cambio.
PROTECCIÓN: nos solemos aferrar a las costumbres que ya
tenemos en detrimento ante la nueva situación a la que nos enfrentaremos.
ACEPTACIÓN: al sentirnos impotentes al cambio, comenzamos a
buscar soluciones y a desarrollar nuevas habilidades para hacer frente a nuevos
imprevistos.
ADAPTACIÓN O ASIMILACIÓN: una vez que tengamos el primer
éxito, aceptaremos ese cambio.
En el ámbito personal, debemos tener la habilidad de la
resiliencia. ¿Y qué es la resiliencia? Es la capacidad de afrontar las
adversidades y lograr adaptarse bien ante las tragedias, traumas, amenazas o el estrés severo.
Estas son algunas de las características de las personas que poseen esta habilidad:
- Saben aceptar la realidad tal y como es.
- Creen que la vida tiene sentido.
- Poseen una capacidad enorme de mejorar.
- Son capaces de controlar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión.
- Son empáticos.
Por último, la forma de pensar de las personas resiliscentes
se caracterizan por ser realistas, exactos y flexibles. Cometen menos errores
de pensamientos y perciben la realidad con mayor exactitud.
Espero que este Post
os haya servido de ayuda, desde aquí quiero dar las gracias a todo el equipo
del Observatorio Ocupacional de la UMH por tu apoyo en todo momento, así como darles
la enhorabuena por la gran labor que realizan.
Nos leemos pronto.
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